Historia del bosque de secuoyas

La historia del Monumento Natural de las Secuoyas del Monte Cabezón, que así se llama, es singular: durante el franquismo, en los años 40, se decidió plantar más de 800 secuoyas en este monte por su rapidez de crecimiento y así proporcionar madera a la industria del lugar, pero cuando se podían talar ya no interesaba su madera y se dejaron allí plantados. El resultado obtenido es espectacular, un tupido bosque de secuoyas de gran altura, alguna de hasta 36 metros de altura, y una senda que nos permite dar un agradable paseo en todas las épocas del año. El bosque fue declarado Monumento Natural en el año 2003.

Después de visitar tan espectacular bosque, subimos de nuevo al autobús que nos dejó a mitad de camino de la Ermita, donde fuimos dando una paseo y recogiendo castañas, erizos, insectos y todo aquello que fuera de nuestro interés.