Otro martes más pudimos disfrutar de un estupendo taller creado por familias, en esta ocasión aprendimos algunas cosas básicas de jardinería y plantamos bulbos de Dalia. Además, con purpurina, agua y mucho brilli, brilli, creamos unos fantásticos «botes de la calma», sí, de esos que se agitan fuerte fuerte cuando estoy muy enfadado y que me relajan cuando se va posando todo dentro de él.
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