El libro de la historia del Colegio Verdemar
La obra que tienes en tus manos es el fruto del trabajo de un conjunto de personas que han participado y participan en esta realidad llamada Verdemar. Es una tarea concebida con el propósito de dejar testimonio de la existencia de esta cooperativa, nacida del compromiso y el entusiasmo de una pequeña porción de la sociedad civil de Cantabria volcada hacia el ámbito de la educación. Se complementa también con el objetivo de hacerlo público, para que tanto los que estamos dentro formando parte de esta comunidad educativa como los que desde fuera quieran conocernos mejor, comprendamos y comprendan cómo hemos llegado a ser lo que ahora somos.
Para lograrlo había que convocar a todos los colectivos de personas que han formado parte de la vida de Verdemar, desde los fundadores, hasta el personal trabajador, las familias y el alumnado, invitando a los interesados a dejar constancia de sus vivencias mientras formaron parte de nuestra institución, agradeciéndoles calurosamente su colaboración.
Una obra que nace bajo estos auspicios tiene que tener un perfil singular, como lo es la experiencia que pretende contar. No puede ser una historia al uso, en el sentido formal del término, como la que hacen los historiadores que se desenvuelven dentro del ámbito profesional y académico. La obra que tienes ante ti es, sobre todo, un ejercicio de memoria que se parece a una historia en tanto que los recuerdos se nos ofrecen siguiendo la secuencia temporal de un relato. Es la memoria de personas que pertenecen al presente, evocando acontecimientos del pasado que forman parte de sus vidas en su variada condición de gestores, trabajadores, de familias, o bien de estudiantes del Colegio en que se han formado. Por lo tanto, sus recuerdos se convierten en testimonios de algo que sucedió y que merece ser objeto de la historia. Si hubiera que relacionar lo que este libro nos ofrece con los relatos históricos convencionales, diríamos que guarda un cierto paralelismo con lo que se denomina historia del presente, basada en fuentes orales, que podrá ser utilizado en el futuro como un documento para la historia.
Al tratar de organizar estos recuerdos hemos partido de la convicción de que Verdemar es el colectivo humano que lo
ha creado, conformado y transformado a lo largo del tiempo. Que Verdemar no solo es el comienzo, los difíciles, pero gozosos orígenes fundacionales, donde se plasmaron los grandes ideales nacidos de una hermosa utopía, sino todo aquello que han construido las personas que han dejado su impronta a través de estas cuatro décadas largas de nuestra historia. Eso es Verdemar: la historia de su gente. Y esa historia está en todos los momentos y en todas las personas, es un proceso que discurre en el tiempo, pues si cada día tiene su afán, cada momento histórico, con su complejidad, impone sus necesidades a las que con mayor o menor éxito se adaptan las instituciones. Una institución educativa dejaría de ser algo vivo si se desenvolviese en un tiempo congelado, lo que afortunadamente no ha sucedido con Verdemar, a pesar de las dificultades que ello ha supuesto en ocasiones, vividas como la lucha entre la fidelidad a los orígenes y las exigencias del momento.
Las personas cuyo testimonio desfila a lo largo de estas páginas han vivido de manera diferente su trayectoria en Verdemar. Solo contamos con un número muy reducido de quienes en el curso 1967/68 pusieron en marcha el Colegio, pues algunas de las familias y profesores que iniciaron esa aventura ya no están entre nosotros, por lo que su presencia se vivifica con el testimonio de familiares, amistades, compañeras y compañeros. Dada la diferencia de edad existente entre las personas que en estos momentos trabajamos en la Cooperativa Verdemar, nuestra vinculación con el Colegio no siempre ha durado lo mismo ni ha tenido la misma intensidad, por lo que nos encontramos con testimonios tan variados.
Este amplio abanico de experiencias está enriquecido con la colaboración de aquellas familias y de aquellas antiguas alumnas y alumnos (muchos de los cuales, ya madres y padres, nos han confiado a sus criaturas practicando la noble virtud de la reincidencia) que han querido prestarnos su testimonio para que lo hiciéramos público, secundando nuestra iniciativa.
El hecho de que la gran mayoría de estos testimonios, atemperados por el paso del tiempo, cuya pátina dulcifica el recuerdo, rememoren vivencias positivas en nuestro Colegio representa un doble motivo de alegría para quienes educamos y hemos educado en Verdemar, pues a la satisfacción que nos produce el reconocimiento del trabajo bien hecho se suma el orgullo que supone hacerlo público.
La autoría de esta obra se debe, por lo tanto, a muchas personas, cuya contribución ha sido diferente, llegando a convertirse una parte importante del trabajo que acogen estas páginas ella misma en una experiencia pedagógica, mostrando que lo que se cuenta se predica también con el ejemplo.
En efecto, al testimonio de los demás se suma el trabajo de nuestro alumnado de 5º de Primaria, en su papel de entrevistadores de personas que protagonizan este libro, como por parte de 3º de Secundaria, estudiando el marco histórico de cada época, el cual nos permite situar los acontecimientos que dan cuerpo a esta pequeña historia.
De esta heterogeneidad de autoras, autores y de formatos no podía esperarse un libro que gozase del atributo de una unidad de estilo, pues cada uno tiene su voz, que ha sido totalmente respetada, dejando que fluyesen libremente las vivencias y opiniones de cada persona. Solo la estructura sirve de organizador de este caudal de experiencias. Estamos ante una obra coral, y algo más difícil todavía, en trance de interpretar una partitura polifónica, cuidando de que el sonido resulte armonioso. Si desentona o no, es el lector quien tiene la última palabra. Se trata de un libro que se singulariza porque sigue el estilo de las publicaciones nacidas al amparo del sello Verdemar, cuya parte gráfica y diseño hemos pretendido que reforzasen la transmisión de nuestro mensaje.
Para acometer esta tarea, el relato histórico que se obtiene a través de los testimonios volcados por la memoria de las personas se organiza en cuatro décadas históricas, precedidas de un capítulo dedicado a los orígenes. Cada una de ellas se subdivide, a su vez, en varios apartados que analizan de forma monográfica aspectos diferentes, proporcionando al lector las referencias necesarias para que se forme una idea, en primer lugar, del momento histórico que correspondió vivir, así como del ámbito normativo bajo el que se desarrolló el proceso de enseñanza-aprendizaje, para pasar, en segundo lugar, a conocer la labor realizada por las personas que trabajan en el Colegio y son socias y socios de la Cooperativa Verdemar, examinando finalmente los testimonios dejados por familias y alumnado.
No podemos vivir sin memoria, sin incorporar el pasado que nos ha transportado hasta el presente, pues lo que hemos sido forma parte de lo que somos y se integra hasta darnos una determinada identidad. Pero esta obra no colmaría nuestras expectativas si no mirase también hacia el futuro, ese tiempo por venir en el que Verdemar irá creciendo, enriqueciendo su trayectoria, y las próximas generaciones estarán ahí para recordar lo que fue con la ayuda que les pueda proporcionar un libro como este.