Hola de nuevo familias!!

Esta semana…. ¡¡¡ha sido increíble!!!

Hemos recibido a un nuevo cocodrilo y, la verdad es que, como anfitriones, somos los mejores.

Muchas veces, los adultos piensan que somos demasiado pequeños y pequeñas para entender que cuando alguien nuevo llega hay que ayudarle, acompañarle, involucrarle, hacerle sentir en un entorno seguro, de confianza y de amor. Y esta semana, les hemos demostrado que SÍ podemos.

Le hemos cedido los juguetes con los que estábamos jugando, le hemos ayudado cuando se ha quedado atascado en el tobogán, le hemos enseñado las arañas que hay, a veces, en la casita de la calle, le hemos ayudado a llenarse el vaso de agua en el baño… Y todo esto sin que ningún adulto nos lo haya pedido.

Y ahora, que nadie nos diga, que somos demasiado pequeños y pequeñas.

Somos la esencia de la vida.

Somos el futuro.

 

Pero esto no acaba aquí……

Nos hemos desmelenado y esta semana hemos jugado muuuuucho con el agua.

 

Porque sí.

Porque nos encanta.

Porque nos hace felices.

Porque la vida está para disfrutar.

 

Las profes nos han puesto agua calentita y nos han dicho que «intentemos» no mojarnos, pero….. NOS HEMOS EMPAPADO.

Nos hemos servido vasos de agua, hemos chapoteado, nos hemos salpicado, los barcos han navegado fuera y dentro del agua, las bandejas se nos han caído encima…

Lo único que se escuchaban eran risas de felicidad. (Y esta es la mejor banda sonora de la vida).

Profes y cocodrilos estaban felices; unos jugando y otras viendo el disfrute y la felicidad. Incluso el cambio de ropas ha sido estresante pero divertido.

 

Si algo sabemos es que repetiremos más veces esto y todo aquello que nos haga inmensamente felices.

 

¡Feliz fin de semana!